El lifting de piernas, también conocido como lifting crural o cruroplastia, es un procedimiento quirúrgico diseñado para mejorar para mejorar la apariencia de los muslos, eliminando el exceso de piel y grasa que habitualmente se acumula en la cara interna de los muslos. Este procedimiento es ideal para quienes han experimentado cambios en la piel debido al envejecimiento o a una pérdida de peso significativa. En algunos casos este exceso de piel puede llegar a limitar la vida diaria de los pacientes por el roce entre la piel de ambas piernas al caminar.
En la cirugía, se realiza una incisión que generalmente se ubica en la ingle y en la cara interna del muslo, permitiendo remover el exceso de piel y, en algunos casos, la grasa localizada en esa zona. En caso de haber un gran exceso de grasa, se combina con liposucción. Cuanto mayor sea el exceso de piel más larga tendrá que ser la cicatriz; mientras que en casos leves y localizados en la zona superior, podemos localizarla en la ingle y que sea más discreta.
El tratamiento de los muslos en un motivo de consulta habitual en nuestras consultas, ya que es normal que con el paso de los años haya cierto grado de flacidez y celulitis, perdiéndose su definición y forma natural. En pacientes jóvenes, con buena calidad cutánea, y que principalmente buscan disminuir el volumen de los muslos, se puede realizar una liposucción. Sin embargo, si el paciente presenta algo de flacidez o mala calidad cutánea, la liposucción no es el mejor tratamiento, ya que empeorara esa flacidez. En casos de flacidez moderada, podemos complementar la liposucción con el dispositivo BodyTite, para ayudar a tratar ese exceso de piel y evitar cicatrices. No obstante, en pacientes con mucho exceso de piel, como pacientes que han perdido mucho peso, el tratamiento ideal es el lifting braquial.
Preguntas Frecuentes
Los pacientes no refieren un dolor intenso durante el postoperatorio, y las molestias postoperatorias se controlan bien con la medicación analgésica. Se coloca un drenaje en cada brazo. Una vez retirados los drenajes, el paciente se puede duchar y mojar las cicatrices.
Durante el primer mes postoperatorio se debe llevar una prenda compresiva en los brazos día y noche, que solo se retirará para el aseo diario. Esta prenda ayuda a controlar la inflamación y ayuda a que la piel se remodele y adapte al nuevo volumen.
Tras la cirugía es normal que haya inflamación y moratones. La inflamación, aunque es más marcada las primeras semanas, va disminuyendo progresivamente, por lo que los resultados definitivos suelen ser apreciables a los 6 meses de la cirugía.
Se debe evitar el ejercicio físico intenso de brazos y tren superior durante el primer mes postoperatorio. En las revisiones, se va viendo la evolución y se dan las indicaciones de lo que el paciente puede realizar, hasta que progresivamente recupera su actividad habitual.
Habitualmente precisa una noche de ingreso hospitalario.
La extensión de la cicatriz dependerá del exceso cutáneo y de donde se localice. En casos de pacientes con flacidez y exceso de piel en el tercio superior de la cara interna de los muslos, se puede realizar la cicatriz exclusivamente en la ingle. Si el paciente presenta flacidez en el tercio medio o inferior de la pierna, a esta cicatriz en la ingle habrá que añadir una cicatriz vertical lineal en cara interna del muslo. Esta cicatriz vertical será más larga, llegando en ocasiones hasta el límite superior de la rodilla, cuanta mayor flacidez haya.
Los pacientes no refieren un dolor intenso durante el postoperatorio, y las molestias postoperatorias se controlan bien con la medicación analgésica. Se coloca un drenaje en cada muslo. Una vez retirados los drenajes, el paciente se puede duchar y mojar las cicatrices.
Durante el primer mes postoperatorio se debe llevar una prenda compresiva día y noche, que solo se retirará para el aseo diario. Esta prenda ayuda a controlar la inflamación y ayuda a que la piel se remodele y adapte al nuevo volumen.
Tras la cirugía es normal que haya inflamación y moratones. La inflamación, aunque es más marcada las primeras semanas, va disminuyendo progresivamente, por lo que los resultados definitivos suelen ser apreciables a los 6 meses de la cirugía.
Como las cicatrices no deben tener tensión, se debe evitar el ejercicio físico intenso durante el primer mes postoperatorio. Esto no significa que se deba estar en reposo, sino que es recomendable andar y dar pequeños paseos desde los primeros días tras la cirugía. En las revisiones, se va viendo la evolución y se dan las indicaciones de lo que el paciente puede realizar, hasta que progresivamente recupera su actividad habitual.